viernes, 30 de octubre de 2015

NO TE NECESITO, TE PREFIERO
No me enamoré de tu cuerpo o de tu rostro, fué más bien por que eres tan tú...tan peculiar...
Me enamoré de tu alma, de tu conciencia, de tu sentido del humor, de tu deseo hacia mí, de tu libertad, de tu pasión por la vida, de tus metas, de lo que eres y quieres ser.
Amo como tus demonios juegan con los míos y al final se van a dormir juntos. Amo que me digas lo que te molesta, así, sin miedo, de frente y viéndome a los ojos, amo tu honestidad que a veces hiere pero que sigue siendo mejor que la mentira más dulce. Amo tus ideas y conversaciones no banales y la pasión con la que te expresas. Amo que eres fuerte y nunca te rindes.
Amo tu espiritualidad y como me complementas. Amo tu mal carácter, tus celos, tus inseguridades, tu indiferencia; y también amo que tú amas lo mismo en mí, por que sin lo malo, no existe lo bueno, una rosa no deja de ser rosa por tener espinas.
Así somos, explosivos, intensos, pasionales...por que tenemos la maldición o bendición de sentir todo profundamente, o lo damos todo, o no damos nada; que ironía que de la misma forma, juntos somos todo, y solos nada, por eso, mejor seamos perfectamente imperfectos juntos, pues nos amamos tal cual, para bien o para mal.