Quizás te encuentres en ese momento de tu vida en el que por alguna situación sientes una carga pesada sobre tus hombros o estás inmerso en un deseo de controlar las situaciones o personas, aspectos que te generan impaciencia, malestar o irritación.
Por ello, es recomendable que sueltes esa carga tan pesada que te ata a situaciones que seguramente son irrelevantes pero que no puedes ver. Si eso a lo que estás atado ya no te sirve o funciona, entonces es momento de meditar para soltar y dejar fluir la energía positiva.
Para poder llegar a un estado de paz interior, tener un equilibrio mental y espiritual, relajarse y, principalmente ser felices, es fundamental la práctica de la meditación aunada a tu rutina de Yoga.
Dile adiós a lo que ya no te sirve
Para dejar fluir todo aquello bueno que hay en tu vida es necesario que te desprendas de aquellas relaciones insanas, dependientes, de objetos materiales ya sin uso; quita de tu vida eso que en lugar de aportarte algo positivo te está haciendo daño y no te permite disfrutar de lo bueno de la vida.
Para dejar fluir todo aquello bueno que hay en tu vida es necesario que te desprendas de aquellas relaciones insanas, dependientes, de objetos materiales ya sin uso; quita de tu vida eso que en lugar de aportarte algo positivo te está haciendo daño y no te permite disfrutar de lo bueno de la vida.
Date permiso de meditar, es decir, de transportarte a un estado de atención concentrada, muchas veces puede ser complicado, principalmente porque no podemos dominar y controlar nuestra mente que está atada a emociones y pensamientos negativos y destructivos, pero es posible lograrlo con éxito si así lo deseas.
Siéntate con la espalda derecha y las palmas de tus manos hacia arriba. Relájate y elimina todo pensamiento que te llegue. Inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca.
Concéntrate en tu respiración, siente como entra y sale el aire de tu cuerpo, inhala y exhala. Visualízate parado a la orilla de un río y observa como el agua fluye con libertad. Siente como el aire acaricia tu cuerpo y la brisa baña suavemente tu rostro. Observa a los peces, toca el agua y siente su temperatura. Al fondo, mira al bote pequeño que flota. Si te das cuenta no está atado a nada, flota a la deriva.Inhala y exhala lentamente. Ahora, coloca dentro del bote cada una de tus angustias, tus temores, ansiedades, tristezas, culpas, resentimientos, rencores, todo aquello que te impide ser feliz. ¿Ya viste cómo se llena?
Empújalo suavemente hacia donde va la corriente, observa como se va alejando de ti. Visualiza el bote a la distancia. Inhala y exhala nuevamente y percibe que ahora te sientes cómodo, liviano, libre y relajado.
Camina despacio y percibe la energía de liberación, siente la seguridad de tu interior. Experimenta un mundo libre de distracciones, ahora te sentirás seguro y protegido al saber que te tienes a ti mismo y que todo funciona bien en tu interior.
